Lecciones del paro
La nueva generación de ciudadanos mundiales, interconectada por redes sociales, comparte la aspiración de que el mundo sea mejor. Quieren más y mejores servicios y bienes públicos, algo que todos queremos. Existe un fragmento de esta generación de jóvenes que sigue la inercia de nuestro violento país. Consideran que los reclamos deben estar acompañados por violencia, vías de hecho, destrucción. Nuestra dolida Colombia todos los días espera que podamos tramitar las diferencias sin recurrir a la violencia. El vandalismo presente en esa marcha como en muchas anteriores, debe erradicarse. Los colombianos debemos protestar, reclamar o pedir sin actos violentos; con respeto por los otros ciudadanos. Ninguna falla del Estado puede inspirar que unos ciudadanos dañen a otros. En Bogotá se estiman pérdidas preliminares por 4.500 millones de pesos por la destrucción de más de 80 estaciones de Transmilenio. A esto hay que sumarle los 44 buses troncales, 39 buses azules y 1 alimentador vand...