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Mostrando las entradas de agosto, 2020

Un atropello más

  La renuncia del presidente Uribe debe significar que su proceso pasa a la fiscalía. Esto si aún existen mínimas garantías. Dejar su curul es la forma de encontrar justicia imparcial y sin sesgo ideológico en su contra, pero también es una pésima noticia por lo que su pérdida significa para la democracia de nuestro país. Los actos de la sala de instrucción de la Corte Suprema de Justicia, en mi opinión, muestran ensañamiento en contra del presidente Uribe. Primero, haber legitimado las más de 21.000 llamadas telefónicas que le fueron interceptadas de manera ilegal es inexplicable. Cabe recordar que en el caso del computador de Raúl Reyes no fue aceptado por la Corte. Sostuvieron entonces que los procedimientos descritos en el código penal no se habían cumplido. De nada valió que se explicara que habían sido recogidos luego de un bombardeo, y que lo hubiera certificado la Interpol. Sorprende que interceptaciones que supuestamente se hicieron por un error y que por lo tanto, debiero...

El doble rasero

  Colombia tiene un doble rasero para todo. El acuerdo ilegítimo de La Habana es la concreción de un orden legal paralelo, según el cual los criminales más sanguinarios quedarán en la impunidad. La disfrazaron con un remedo de investigación y juzgamiento, eliminando la parte esencial: la pena, única capaz de comunicar a la sociedad que lo ocurrido era y es inadmisible. Pero cuando se pactaron 7 años de cárcel para los paramilitares, aquello, dijeron, era insuficiente. Dicen que el caso de Santrich es distinto al de Uribe. Que a Uribe siendo dos veces presidente y el senador más votado de Colombia, se le puede dictar una detención preventiva; en tanto a Santrich no porque era desmovilizado. Desmovilizado y terrorista y secuestrador y asesino y solicitado en extradición por los EE.UU. por mafioso. Argumentaron que había que cuidar el acuerdo. Qué una extradición era terrible. Pero cuando Uribe extraditó a los paramilitares -que como Santrich delinquían después de los acuerdos- lo pre...

10 tesis sobre Uribe

  La grandeza de Uribe no radica en el poder como tradicionalmente lo conocemos. Uribe no es el hombre de las estrategias, ni las relaciones, ni los planes. Su poder se limita y se extiende a que miles de ciudadanos lo quieren. La relación de los uribistas con el Presidente es cercana, como si fuera nuestro amigo de siempre; aún si no lo conocemos. Causa en quienes lo queremos una paradójica relación de sentirnos al mismo tiempo protegidos por él y dispuestos a protegerlo. Se me viene a la mente la historia publicada hace tiempo del un anciano que en sus últimos días en medio de la demencia desconfiaba hasta de sus propios hijos, y pedía a quien jamás conoció,:   “Uribeeeeeee. ¡Ven a salvarmeeee! Esta gente me quiere envenenar, ¡la guerrilla me quiere matar!, ¡manda al glorioso ejército nacional por mí!”. En su delirio confiaba que llegaba a visitarlo y sus angustías se le pasaban. La fuerza de Uribe desde siempre ha mostrado una peculiar fragilidad. Su ser despreocupado,...