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Mostrando las entradas de diciembre, 2015

Las razones del año

Termina el año y siempre tengo la ilusión de que con él acaban también los errores y defectos que haya cometido en ese lapso. Como si en el año nuevo todo fuera nuevo, aspiro a superar aquello que no me gustó, del mundo y de mi. Es como si pudiésemos volver a empezar, una nueva carrera por lo vericuetos de la vida, donde nos damos el lujo de desprendernos del pasado. Sin embargo, por esa vieja manía de contrariar y contrariarme, me he preguntado más bien qué cosas rescataría de este año que termina, qué eventos quisiera preservar, si fuera posible. Recolectarlos tal vez en estas líneas para que de alguna manera eviten el polvo del tiempo que todo lo sepulta. Al cerrar los ojos y evocar vienen sin geografía y sin fechas los pueblos de Colombia, las caras de su gente, el viento, los paisajes. Las formas sutiles de la de alegría, desconcierto, frustración, miedo. Los discursos, unos buenos otros aburridos, otros largos. Este lado de la política que es como un “viaje a pie”. En Ri...

Todo era cierto

Recordaba hoy los debates que tuve en medios de comunicación cuando iniciaba la negociación de la Habana. El interlocutor –siempre distinto- me decía siempre lo mismo: que estaba especulando, que no era cierto que el proceso fuera a darle impunidad a las Farc. Lo recuerdo vívidamente, decía que el acuerdo NO pretendía   llevar a los máximos criminales de las Farc a la figuración política. Incluso me viene a la memoria alguno que me aseguró que si el proceso terminaba así, él sería el primero en oponerse. Hoy sabemos que todo lo que dije era cierto, y él sin embargo sigue considerando apropiado el resultado. Teníamos razón al prevenir al país sobre la impunidad y el premio al crimen. Los responsables de crímenes atroces no pagarán ni un solo día de cárcel, y sin importar lo que hayan hecho tendrán –a diferencia de cualquier colombiano- la posibilidad de participar en política. Le dice a los criminales jóvenes que en unos 20 años, si el Estado no es capaz de contenerlos, podrán ...

Con plebiscito te tragas. Diciembre 09 de 2015

Con plebiscito te tragas Han dicho varias veces que por la paz bien vale tragarse unos sapos. Hay al menos dos  mentiras en la modesta frase. El primero que la paz va a surgir de esta  negociación.  Esa mentira la dicen, pero no la sostienen. Ante los medios, en el discurso frívolo,  anuncian que la paz ya llega, que está aquí, que basta la firma y que por lo tanto el  enemigo es el CD que se atreve a criticar lo pactado. En escenarios que les merecen  más respeto –en el exterior todos, por supuesto- dicen que este es el primer paso y  que la paz depende enteramente del postconflicto. Sugieren –sin ruborizarse- que  después de la firma se acabará la violencia de origen político y por lo tanto será fácil  derrotar la delincuencia común (ignoran lo que vive El Salvador atormentado por las  Maras que han generado más violencia que las guerrillas); que el país crecerá y por lo  tanto tendrá la capacidad de satisfac...

No nos someterán. Diciembre 01 de 2015

No nos someterán La única razón por la que el Gobierno debe hacer la refrendación es porque medio país -que votó por CD en elecciones presidenciales- mantiene críticas sobre el proceso y resistencia a muchas concesiones. La cuestión es lo que puede hacer el gobierno y el terrorismo de las Farc con un papel que compromete a medio país, cuando la otra mitad no está de acuerdo y por lo tanto no está obligada en ese convenio. La refrendación es el mecanismo para que haya una decisión democrática mayoritaria que obligue a la minoría. Estaría bien si el mecanismo fuera limpio y diera garantías. Si los colombianos pudiéramos discutir y fijar los límites y alcances de ese acuerdo. Quienes somos demócratas aceptaríamos la expresión del pueblo soberano. Lo que el pueblo colombiano decidiera debería ser acatado por todos, incluso las Farc y el Gobierno. La manera como el gobierno ajusta las leyes para este solo proceso electoral crea ya suspicacias. Están amañando las reglas, no pa...