Rey o príncipe de Anapoima
Rey o príncipe de Anapoima Príncipe de Anapoima, le dijo un Senador, sin saber que el príncipe tenía ínfulas de rey supremo y absoluto. La separación de funciones del Estado le parece superflua, y por eso se empeña en que el Congreso le ceda facultades extraordinarias. Para qué someterse a que congresistas de bolsillo discutan proyectos, si puede él, desde su despacho, firmar todas las leyes que le parezcan necesarias para cumplirle las promesas a las Farc. Ya medita sobre los tratados para la oposición -para qué especular nosotros sobre lo que podrá producir un mandatario que trata de fascistas, nazis y que miente para desacreditar a los líderes que se le oponen. No nos amarguemos. Volvamos a temas más festivos. Ya imagina el príncipe su ascenso a rey, donde dispondrá toda la nueva política agropecuaria, procederá a la colectivización de los derechos de propiedad con mucha más facilidad que Stalin. Lo de nuestro príncipe son las zonas de reserva campesina, y una promesa ...