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Mostrando las entradas de junio, 2016

La nueva guerra

Anunciaron la paz, eso dijeron. Esos fueron los titulares y esa la campaña lanzada por las redes sociales. El documento firmado sin embargo notificó cosas muy distintas. La noticia de una nueva guerra contra los paramilitares no impresionó a los falsos profetas de la paz, que se conforman con el titular. El aviso de una alianza con unos criminales para combatir a otros no llamó tampoco la atención. Menos el hecho de que en el documento hay párrafos y párrafos que rechazan el accionar de los grupos paramilitares, pero que guardan complaciente silencio con los asesinatos y masacres de las guerrillas. Celebraron en voz alta la entrega de las armas sin mencionar que el acuerdo debió imponer un número de armas por combatiente, haber fijado mínimos. Sin echar de menos la obligación de no volver a adquirir ningún arma, o las sanciones por el incumplimiento. Es un proceso de entrega de buena fe, donde lo que entreguen basta. No hay mecanismos de inspección, ni mucho menos consecuencias a ...

Publicidad engañosa de paz

Nos anuncian en fin de la guerra. Semejante anuncio debería ilusionarnos; sin embargo hay una distancia entre la publicidad engañosa y las realidades del producto. El marketing, los eslóganes, la música y las imágenes bien organizadas son capaces de vender un producto que para nada cumple las expectativas de lo prometido, pero eso no lo sabe el cliente sino hasta que ya ha gastado su dinero. Eso está pasando con la paz; nos la anuncian y muchos sienten atraídos. Y   con razón, la paz como ideal parece atractiva, promisoria, deseable. No obstante, aquello es un anuncio. Cuando se desmenuza el contenido la promesa de la paz se desdibuja. ¿La impunidad de los criminales garantiza o permite avanzar hacia la paz? ¿Tener criminales de lesa humanidad en la política le ayuda a Colombia a recomponer su tejido social? ¿Los dineros de las Farc producto del secuestro, narcotráfico, extorsión y minería ilegal usados en politiquería nos permiten avanzar en la consolidación de mejores inst...

Contrabando y pequeños comerciantes

Las quejas y dificultades de pequeños comerciantes hablan de uno de los grandes problemas de nuestro país: las oportunidades. Si Colombia quiere ser la gran nación que soñamos, mejorar sus problemas de inequidad y lograr buena calidad de vida para todos sus habitantes, tiene que hacer un esfuerzo para que todos los ciudadanos tengan oportunidades. No se trata solo de educación con calidad, se trata de que el sistema económico y político favorezcan el esfuerzo individual, premien la iniciativa y la capacidad de trabajo. Aquello se inicia en la defensa de la libre competencia. Son muchísimos los obstáculos que la amenazan; mecanismos que manipulan el mercado para obtener mayores ingresos, como los carteles. También, las barreras de acceso al mercado, a las que me quiero referir. ¿Quién puede vender? Diríamos que todos, pero no. Ahí están las barreras. Solo pueden participar en la economía quienes tienen contratos de agencia, contratos de exclusividad, los que vencen las barr...

Bloquear no es protestar

Protestar implica magnificar la información; significa visibilizar las dificultades de un grupo social. Sin embargo, una cosa es una protesta y otra muy distinta, utilizar vías de hecho para convertir la protesta en una extorsión: cuando bajo amenazas de daños a terceros se obtienen beneficios. Popayán y Pasto han sido varias veces víctimas este procedimiento. Algún sector social decide que sus problemas ameritan atropellar los derechos de otros; llevarlos al extremo de la ruina, para que el Gobierno Nacional ceda a todas sus pretensiones. Los bloqueos son ilegales, violan el derecho fundamental a la movilidad y libre circulación, y con ello lesiona los intereses económicos, el derecho a la salud… Los “acuerdos de carretera” se hacen bajo la presión de los negocios locales que se quiebran, la desesperación de los ciudadanos atrapados, bajo la amenaza de la leche que se tiene que notar, de los camiones y los buses parqueados con impacientes conductores que esperan poder ganarse s...

Quiero votar paz sin impunidad

El plebiscito por la paz es tramposo; está diseñado para fingir que los ciudadanos están de acuerdo. Está amañado, al menos en cuatro sentidos. Cualquier elección debe resguardar el principio de la lealtad y libertad del elector, de manera que su voto exprese lo que piensa de manera libre y directa. Este plebiscito le otorgó financiación al “sí”. El Gobierno tiene por la ley cinco minutos gratis en radio y televisión privada, de medios públicos y privados en horario “prime time”, además de posibilidad de pautar en medios y utilizar recursos públicos para ello. El “No” y la abstención tendrían que buscar los recursos en el sector privado para hacerlo. Tendrá además una pregunta capciosa que será escogida por el gobierno y que pretende confundir los acuerdos de la Habana con la paz. Es muy claro que la firma del papel no trae paz, y el propio Gobierno reconoce que este es sólo el inicio, sin embargo pretenden manipular una pregunta donde la diferenciación entre el acuerdo y la paz, ...